lunes, 2 de agosto de 2010
viernes, 30 de julio de 2010
domingo, 28 de febrero de 2010
Conversación informal con Antonio José Lizarazo Ocampo
Para ponerse al frente de su familia tras la muerte de su padre, Antonio José Lizarazo pidió su traslado a la Universidad Libre de Cúcuta y allí fue donde lo conocí. Él estudiaba de noche, yo de día, pero siempre llegaba a la hora de los descansos para coquetear con una compañera de mi curso, y así empecé a conversar con él acerca de sus aspiraciones, de su deseo de viajar al exterior para especializarse y de sus sueños políticos.
A pesar de que era y sigue siendo tímido, me llamó la atención su capacidad de liderazgo, su inteligencia y la claridad que tenía para fijarse metas, proyectar su futuro y creí en Antonio. Pienso que no me equivoqué. Ha sido un triunfador, un profesional respetado, un enamorado de su carrera y de lo que hace, pero por sobre todo, un buen amigo.
¿Quién fue Luis Carlos Galán?
Luis Carlos Galán fue para mí, como lo fue también para muchos jóvenes de mi generación, un líder que encarnaba los ideales de cambio, de transformación de la sociedad colombiana, que propugnaba por una forma distinta de hacer política. Yo era líder estudiantil de la Universidad Libre, simpatizante de la izquierda democrática y probablemente, lo que más me atrajo de Galán fueron sus discursos en defensa de las riquezas minerales del país, muy afines con el pensamiento más progresista de la época.
Usted fue muy cercano a Galán…
Algunos años después de mi adhesión a su causa comprendí el por qué de mi afinidad con él. Estábamos en una correría por Tibú y doña Gloria, su esposa, iba al lado mío. Nos pusimos a conversar y le comenté que yo encontraba muchos elementos del pensamiento de Gramsci en los discursos de Galán. Me contestó que cuando vivían en Italia él había estudiado su obra. Yo también la conocía, porque era miembro del Círculo de Crítica Jurídica Antonio Gramsci, un grupo de estudiantes de derecho de la Universidad Libre de Bogotá, en el que analizábamos el pensamiento de este ideólogo italiano, de la izquierda moderada de ese país. Gramsci rechazaba la violencia como método de acción política y planteaba la necesidad de la formación de intelectuales capaces de dirigir procesos de cambio social.
Galán daba la sensación de ser una persona distante…
Marcaba distancia con la gente, pero al mismo tiempo era muy cálido. Con los años terminé siendo muy cercano a él y conocí a un hombre de familia, muy cariñoso con sus hijos y su esposa a quienes cuidaba con dedicación.
¿Era tímido?
Creo que sí, pero en la tribuna se transformaba. Cuando decía un discurso y empezaba a subir el tono de la voz, hacía vibrar la tarima. Era impresionante la energía de su oratoria. Podía encontrase frente a multitudes o frente a pocas personas, pero siempre hablaba con entusiasmo y respeto por el auditorio, con mucha profundidad sobre los temas de que se ocupaba. En Galán la política encontraba una razón de ser. Le imprimía contenido y no estaba simplemente en la búsqueda de votos para ganar unas elecciones, pues su verdadero propósito era cambiar el país.
¿La timidez era otro punto de coincidencia con Galán?
Probablemente. Soy más tímido de lo que la gente cree. Muchas veces he sentido dificultad para hablar en público.
¿Quién es Antonio José Lizarazo?
Soy un soñador que cree que las cosas pueden ser mejores. Desde que tuve conciencia de mi mismo como ser social, por allá en la época del Seminario Menor de Floridablanca, en donde estudié para ser sacerdote, empecé a pensar seriamente en mi proyecto de vida y me aproximé por primera vez a los temas sociales. Me defino también como un idealista, a veces un poco ingenuo frente a ciertas realidades. Trato de hacer de la mejor manera posible las cosas en las que me comprometo y podría decir que el lema de mi vida, como lo fue el de mi Gobernación, se resume en esta frase corta: “las cosas bien hechas”.
¿Si hubiera continuado en el seminario sería san Antonio Lizarazo o el padre Alberto de Miami?
(Risas) No sé. Creo que una combinación de ambos. (Más risas).
¿Qué es el amor?
Es un sentimiento fundamental en la vida de los seres humanos. Es el motor de todo lo que hacemos y de muchas de nuestras más importantes decisiones en la vida.
¿Qué diferencia hay entre el amor y la pasión?
Hay diferentes clases de amor, pero el que se profesa por la mujer que se ama siempre va acompañado de pasión. La pasión no necesariamente está ligada al amor, pero el amor si lo está a la pasión. Esa es la diferencia.
¿En estos momentos, qué ama?
Lo que más amo en esta vida es a mi hijo José Manuel, pero también a mi familia, a mi esposa, a mi mamá.
¿Qué le apasiona?
Me apasiona ser útil a la sociedad. Veo con mucho dolor a los niños en la calle y a los ancianos pidiendo limosna para sobrevivir. Cuando percibo tantos hechos de exclusión social, de injusticia y de discriminación, siento la necesidad de contribuir de alguna manera para cambiar esa terrible realidad.
¿Sí fuera Presidente, cual sería su programa de gobierno?
Eso me lo ha preguntado mi hijo, pero como no aspiro a serlo, no he pensado en tal programa. Sin embargo, creo que la prioridad de un gobernante demócrata ha de ser la de trabajar en función de garantizar igualdad de oportunidades, para lo cual son indispensables buenos servicios en educación y salud. Me parece inadmisible que la sociedad tolere seres en la calle dependiendo de la caridad de los demás. Hay unos derechos y unos mínimos de calidad de vida que deben ser garantizados por el Estado con el concurso de la sociedad.
¿En su gobernación trabajó por la gente desprotegida?
Sí, claro. Muchas decisiones de mi administración estuvieron inspiradas en esos ideales. Suprimí gastos innecesarios y promoví reformas administrativas y presupuestales para mejorar la inversión en educación y salud con énfasis en los niños.
¿Su gobernación fue buena, mala o regular?
Desde el momento en que fui nombrado, tuve claro que prefería permanecer un minuto como Gobernador siendo coherente con el proyecto político que había defendido en el Nuevo Liberalismo. Estoy muy satisfecho con mi gestión; hice lo mejor que pude en unas circunstancias complejas y difíciles. Todavía, después de 19 años, recibo muchas expresiones de reconocimiento y a menudo me dicen cosas muy amables sobre mí labor. Siento gratitud con el Presidente Gaviria quien me apoyó a pesar de las dificultades políticas del momento.
¿Cuál fue su mayor frustración como gobernante?
No disponer de recursos suficientes para atender tantas y tan variadas necesidades de la población. El nuestro es un departamento relativamente pobre, asentado en un territorio inmensamente rico pero inexplotado.
¿A qué le atribuye sus éxitos, a la suerte o a su inteligencia?
Creo que en la vida hay mucho de suerte, pero con la sola suerte no se logra el verdadero éxito. Se requiere de esfuerzo personal, de perseverancia, de capacidad para asumir riesgos, de los amigos que creen en uno, de tantas cosas… El éxito no puede ser un fin en sí mismo, es más bien el resultado de hacer las cosas bien.
¿Qué opina de la reelección?
La institución de la reelección no es buena ni mala en sí misma. Por el contrario, creo que en algunos casos es útil, porque permite prolongar el período cuando un gobierno es exitoso. España –aunque no tiene un sistema presidencial- es un ejemplo con Felipe González, quien gobernó por tres períodos consecutivos, con muy buenos resultados para su país.
¿Entonces por qué es tan controvertida?
Porque el actual proyecto es inoportuno. Se está tramitando durante un proceso electoral en marcha y altera el equilibrio de poderes que requiere una sociedad democrática. En las actuales circunstancias no me parece bueno para Colombia. Sin embargo, defiendo el derecho de los colombianos a decidir democráticamente si aprueba o no esa reforma constitucional.
¿Le ha gustado Uribe cómo gobernante?
Creo que el presidente uribe ha enfrentado con éxito, el mayor problema que durante muchos años ha tenido la sociedad colombiana, como lo es el de la violencia generada por grupos armados al margen de la ley. Reconozco en el Presidente su capacidad de trabajo y su dedicación a los asuntos públicos, pero hay otros aspectos de su gestión que no me convencen.
¿Cúal es el mayor acierto de este gobierno?
La seguridad democrática.
¿Y los desaciertos?
Pienso que hay desaciertos en la política social; en el manejo de las relaciones exteriores; en las reformas que el país requiere en materia política y electoral.
¿Qué opina de Pardo?
Rafael Pardo es un extraordinario dirigente. El que mejor conoce el tema de la violencia porque lo ha estudiado y además porque se ha desempeñado en cargos públicos de la más alta responsabilidad en esa materia. Para mí es el liberal mejor preparado para dirigir la acción del Estado contra los violentos.
¿Noemí?
Es una mujer de realizaciones. Ha desempeñado con resultados sobresalientes las responsabilidades públicas que le han confiado. Tiene una característica que le admiro y es su capacidad para armar equipos exitosos de trabajo. Creo que es una de las colombianas –junto con Marta Lucía Ramírez-, con suficiente talento para gobernar a Colombia.
¿Y los trillizos?
Cuando uno compara a Colombia con otros países de la región se da cuenta que tenemos excelentes dirigentes. Los llamados trillizos han sido los alcaldes más exitosos de la capital del país. Enrique Peñalosa sigue recibiendo reconocimientos a nivel mundial por su gestión del espacio público y de la movilidad urbana, entre otros. Obviamente sin olvidar que fue una sucesión de administraciones extraordinarias de varios alcaldes, comenzando por Jaime Castro.
Mockus introdujo por primera vez el componente pedagógico en el ejercicio de su administración. Los gobernantes olvidan con frecuencia ese elemento que es tan importante para darle sentido democrático al ejercicio del poder. Desde el punto de vista de la política social Lucho Garzón fue un alcalde muy valioso. Complementó la gestión de sus antecesores con un mayor contenido social de las políticas públicas, atendiendo especialmente las necesidades de los barrios del sur de Bogotá.
¿Cómo ve la situación de Norte de Santander?
La situación del Departamento me genera muchos interrogantes sobre lo que realmente ha significado para la región la descentralización y la aplicación de los sistemas político y electoral adoptados en la Constitución del 91.Tiene Norte de Santander una posición muy dramática en materia democrática porque la mayoría de los ciudadanos no son libres a la hora de elegir. Es una región con mucha pobreza, con demasiada exclusión social y, por ello, al momento de votar, esos ciudadanos lo hacen en función de resolver individualmente sus necesidades más apremiantes. Esa falta de libertad afecta enormemente los procesos democráticos.
Pienso que faltan líderes en nuestra región. ¿Usted qué opina?
Desafortunadamente nuestros dirigentes no están comprometidos con las grandes soluciones que se requieren. Estamos perdiendo oportunidades de desarrollo porque no tenemos una visión de largo plazo sobre la región que queremos construir.
¿Le gustaría repetir gobernación?
No. En realidad me gustaría ser alcalde de Cúcuta algún día, para poner al servicio de la ciudad mi formación y experiencia de tantos años en el sector público. Sin embargo, no estoy en el plan de conseguirlo, al menos por ahora.
¿Y congresista?
No. Definitivamente no. Me gusta más el poder ejecutivo que el legislativo; se pierde mucho tiempo en el Congreso.
¿Ejecutivo suena a Presidencia en un futuro, lo ha pensado?
No, nunca me ha pasado por la cabeza semejante aspiración. Pienso más en destinos relacionados con la administración de justicia o la educación, pero por ahora estoy más dedicado al ejercicio de la abogacía y a la actividad académica. Acabo de terminar una Maestría en Derecho Administrativo y estoy escribiendo.
¿Le gustan los toros?
Cuando era niño me encantaban y alcancé a soñar con ser torero. Hoy en día no soy partidario de las corridas porque son espectáculos en los que se maltrata innecesariamente a los animales.
¿Tiene alguna similitud la política con el toreo?
Sí, mucha. En las corridas de toros el torero corre mucho riesgo y cualquier descuido puede ser desastroso para su integridad. En la política ocurre lo mismo, y en su ejercicio se manifiesta lo mejor y lo peor de la condición humana.
¿Usted se torea a si mismo?
Sí, soy muy exigente conmigo mismo y me impongo grandes retos. Cada día quiero ser mejor persona, mejor profesional, mejor en todo sentido y eso me significa un enorme desafío cotidiano.
¿Cuál es su deporte preferido?
Me gusta el tenis, el fútbol, el básquet, pero nunca he sido deportista. Los fines de semana trato de hacer alguna actividad física, pero últimamente más en el gimnasio que en las canchas deportivas. Lo que sí disfruto muchísimo son los partidos de fútbol de mi hijo.
¿Qué color le gusta?
El rojo.
¿Por qué?
Lo asocio con el reto. Es un color intenso, implica compromiso.
Que sueños tiene…
Todos los seres humanos tenemos muchos pero van cambiando a lo largo de la vida. Cuando estaba en la Universidad mi deseo era hacer política. La hice y me siento satisfecho. Esa etapa ya fue superada. Actualmente mi sueño como abogado es publicar algo de lo que he escrito en el campo del derecho administrativo y, por supuesto, culminar mi vida profesional como magistrado de una de las altas Cortes. Como padre sueño con ver crecer a mi hijo y ayudarlo en su realización como persona.
Una decepción…
Me decepciona la irresponsabilidad con la que a veces se manejan los asuntos públicos, la mediocridad y la corrupción.
¿Ha sido feliz?
Esa pregunta me la hago con frecuencia y generalmente pienso que sí, porque he logrado realizar casi todas las cosas que me he propuesto.
¿Qué camino le queda por recorrer?
mucho camino. creo que la vida no le alcanza a uno para cumplir todas las metas.
¿Qué lo hace llorar?
Casi no lloro pero me pone muy triste la miseria, la injusticia.
¿Y reir?
El humor fino, el que no es vulgar.
Defináme en dos palabras:
Cúcuta
Sol radiante.
Profesión
Abogado.
Frustración
Deslealtad.
Alegría
Amor.
Añoranza
juventud.
Un nombre:
Rocío.
Rocío:
La mujer de mi vida.
¿Lo han confundido con Félix deBedout?
Sí, varias veces. Hace muchos años, cuando yo era gobernador, en unas fiestas populares de Ocaña un par de jóvenes que seguramente lo admiraban se me abalanzaron, me daban besos y me abrazaban, confundiéndome con el periodista. En Bucaramanga sostuve una conversación sobre noticias y radio con una congresista y todo el tiempo ella creyó que estaba con Félix. Esas equivocaciones han ocurrido varias veces y me dan mucha risa.
¿Qué dejé de preguntarle y hubiera querido decir?
En la etapa en la que me encuentro hubiera preferido hablar más de aspectos profesionales y menos de política. Como ya dije, mis sueños en la actualidad se orientan más a la consecución de objetivos como persona y como profesional del Derecho. La política me sigue pareciendo muy importante pero no desde la perspectiva del activista, sino del ciudadano común y corriente.
Antonio Lizarazo Rondón: “El toreo para mí es vida”
Antonio Lizarazo Rondón es uno de los pocos toreros que ha tenido la región y que ha logrado hacerse notar en el escenario mundial de la tauromaquia. Radicado desde hace muchos años en Santa Marta, de paso por Cúcuta habló con La Opinión acerca de su vida y sus recuerdos en el mundo de los toros. Estas son sus palabras.
¿Cuándo y dónde nació usted?
Nací en Bochalema el 28 de enero de 1930.
¿Cómo fueron sus primeros años de infancia?
Un poco difíciles. Cuando murió mi padre mi mamá nos trajo para Cúcuta. Al llegar a esta ciudad pasamos las dificultades propias de las familias humildes, que tratan de sobrevivir en un lugar que les es extraño.
¿Cómo nace su pasión por los toros?
Antes de llegar aquí, en un pueblo de la provincia de García-Rovira llamado Encizo, vi, cuando tenía 5 años, una parodia de toreo, en la que se presentaron dos artistas, uno que hacía una puesta en escena para hacer reír a la gente y otro que sí toreaba, llamado ‘Chiripa’.
¿En ese momento se dio el ‘click’ que lo movió a querer ser torero?
Sí, ese día nació en mí, a tan corta edad, una pasión incontenible por ser torero. Yo veía en el toreo la salida mía para defenderme en el mundo.
Y, ¿qué pasó después?
Bueno, después de eso vi algunas películas sobre el tema en las que aparecían Lorenzo Garza y Luis Procuna,ambos toreros mejicanos. Oía hablar de ‘Joselito’ (José Gómez Ortega) y ‘Belmonte’ (Juan Belmonte), ambos toreros españoles. Era lo único que hacía por llegar a ser torero en ese momento.
¿Era difícil llegar a ser torero en ese momento, más para un joven del campo que no tenía ningún contacto con ese mundo?
Claro, era tan difícil que un día mi mamá me llevó a Labateca, estaban en las fiestas de la Virgen de las Angustias, para que yo le pidiera a la Virgen lo que yo quisiera. Cuando salimos de la iglesia mi madre me preguntó “qué le pediste a la Virgen”, y yo le respondí “le pedí que me ayudara a irme a España porque yo lo que quiero es ser torero”. Y ella me dijo “hijo, yo lo que le pedí es todo lo contrario, que le quite a usted esa fiebre que tiene por ser torero”. Hasta mi mamá no estaba de acuerdo con esa idea.
¿Cuántos años tenía para esa época?
En ese momento yo tenía unos 18 años, una edad en la cual los grandes toreros que yo admiraba ya eran grandes figuras. Yo a esa edad ya había agarrado con mis manos una capa, pero no sabía ninguna de las enseñanzas elementales sobre el toreo de salón, del toreo técnico, ni mucho menos me había puesto delante de un toro bravo, sino de toros llaneros y cebú.
Tengo entendido que usted antes de irse para España hizo un primer debut acá, en Colombia
Yo debuté como novillero en Capacho (Venezuela) en 1950, fueron dos tardes para el ‘Curro Lara’ (Antonio José Lara Yurgaqui, torero cucuteño) y yo.
¿Después de eso sí se fue para España?
Sí, yo tenía claro que allá era donde me podía abrir camino. Yo llegué a España para los primeros días de 1951, tenía 21 años.
¿Cómo hizo para llegar hasta allá?
Me fui con la ayuda de mi mamá que me había dado un carro para que yo lo manejara acá en Cúcuta llevando pasajeros a San Cristóbal. Cuando le terminé de pagar el carro lo vendí y me fui para el Puerto de La Guaira en Venezuela y zarpé rumbo a España.
¿Con cuánta plata en el bolsillo se fue usted para España?
Me fui con lo que me dieron por el carro que, si mal no recuerdo, fueron 600 bolívares. Con eso me pagué el viaje y aguanté los primeros días allá.
¿Cuántos años estuvo viviendo en España?
Estuve casi 10 años.
¿Qué fue lo más difícil en ese país?
Los inviernos me costaban muchísimo porque el frío era inclemente. Gracias a Dios conté con la suerte de poder viajar en los inviernos europeos a Colombia; mientras estuve allá me vine en 5 ocasiones. Viajaba en diciembre y volvía en marzo.
Cuénteme uno de los mejores recuerdos que se haya traído de allá
Una vez estando en Barcelona tomé un taxi y le dije al conductor que me llevara a un hotel que no fuera muy caro, pues no andaba muy bien de dinero. Ese día me llevó a un hotel que él dijo “era el de los toreros, pues yo sé que usted es un torero con sólo verlo”. Ese fue mi primer golpe de gloria en España. Ese taxista no supo el bien que me hizo con ese comentario. Con sólo verme ya sabía que yo estaba en el mundo de los toreros.
¿Allá en España contó con la ayuda de alguien?
Yo iba recomendado por un torero español que vivía acá en Cúcuta, Pepe Luis Álvarez Pelayo, quien tuvo buen nombre en el país, dándole la alternativa en Bogotá a Silverio Pérez. Pepe Luis me dijo “vete a España, a la provincia de Jaén y allá te presentas donde unos amigos míos que te van a ayudar un poco”. Eso era todo lo que llevaba para lograr abrirme camino en un mundo que me era extraño hasta ese momento.
Y sí fue adonde lo habían recomendado ¿o no?
Claro que sí. Cuando yo llegué a Jaén me presenté con los taurinos, fui al café donde ellos se reunían y conformamos una cuadrilla con un francés que vivía allá y trabajaba en un hotel, un venezolano llamado Fernando Herrera, tres españoles y yo. Éramos seis que queríamos ser toreros. Con esa cuadrilla debuté el 15 de agosto de 1952, pero debo reconocer que no tuvimos mucho éxito. Esa fue mi primera corrida allá en España.
¿Qué pasó después de ese primer intento con aquella cuadrilla?
Después de dejar esa cuadrilla toreé unas 5 novilladas más en todo el año de 1952.
Y, luego ¿qué?
Bueno, pues sucedió que una vez estaba almorzando en un restaurante de Linares cuando me abordó un banderillero viejo de allá de ese lugar y me dijo “Lizarazo, te están esperando para torear dos novillos y seis vacas”. Era una especie de capea en un pueblo cercano.
Me imagino que fue a torear.
Obvio, y aunque yo estaba muy golpeado por una paliza que me habían dado unos toros muy malos la tarde anterior, igual me fui y lo hice. Así empecé a ganarme un nombre, pero supe que allí no iba a llegar a ser tan grande como yo soñaba.
¿Qué hizo entonces?
Me fui para Salamanca porque vi que allá podía tener más posibilidades. Estando en esa ciudad llegué a ser novillero con picadores, lo que constituía para mí un paso más en mi sueño de ser torero
¿Recuerda algo de esa primera corrida con picadores?
Sí, fue con Paco Corpas y Manolo Sevilla.
Después qué vino en su vida.
Tuve la oportunidad de ir a Palma Mallorca después de haberme instalado en Salamanca, así que las cosas se iban dando pero no tanto como yo quería. Por esos días yo me le medía a todo porque sólo a través de las corridas es que se puede uno dar a conocer.
¿Cuándo tomó usted la alternativa en España?
Mi alternativa en España fue el 18 de septiembre de 1959 en Cazorla, en la provincia de Jaén. (Ver recuadro)
¿Quién fue su apoderado en España?
Nicanor Villalta, torero, fue mi apoderado un tiempo y eso para mí constituyó un verdadero orgullo.
Él fue un torero muy famoso.
Sí, por eso digo que es mi mayor trofeo, que él fuera mi apoderado.
¿Cómo llegó a darse eso?
Él me apoderó porque el ganadero Laurentino Carrascosa me llevó como cuatro veces a torear sus vacas y una de esas tardes, en las que me había encerrado con 5 vacas a las que yo enfrenté con seguridad y temperamento, me dijo “Lizarazo, ¿a ti te gustaría que te apoderara Nicanor Villalta?”, que eso ya era mucho más de lo que yo podía pedir. Yo le dije que sí, que me gustaría mucho que lo fuera. Él me dijo que esa misma noche hablaba con Nicanor y que al día siguiente en el desayuno cuadrábamos todo. Y así fue como mi apoderado llegó a ser Nicanor Villalta, que para mí representa un trofeo mucho más grande que todos los demás que me haya podido ganar en mi profesión de torero.
Una vez tomó la alternativa, ¿se vino para Colombia?
Sí, yo me vine de España a finales de ese años1959.
Y estando acá, ¿cómo le fue?
Pues acá en Colombia debuté el 6 de diciembre de 1960 en Bogotá en la plaza de toros La Santamaría, haciéndole un remplazo a Antonio Bienvenida. Yo estaba en Cúcuta y me llamaron para que fuera a torear. Esa tarde me sacaron en hombros de la plaza. Fueron toros de la ganadería de Clara Sierra y alterné con Manolo Pérez de Colombia y Gabriel España de Méjico. Veinticinco años después de esa corrida tuve la oportunidad de desayunar con ellos dos en Méjico.
¿Cuándo se retiró del toreo?
Mi último año en el toreo fue 1964, pues mi combustible del entusiasmo ya estaba muy disminuído.
Sólo duró 14 años, tenía usted 34 años apenas. ¿Qué pasó?
Me cansé. Llega un momento en el que uno se da cuenta que las fuerzas se van agotando y ya no se puede dar más, al menos no tanto como se desea. Además, el mundo del toreo en Colombia no es fácil, así que decidí retirarme.
¿Sabe usted cuántas orejas cortó en el ruedo?
Yo corté orejas en todos las plazas donde me presenté.
¿Qué países conoció gracias al toreo?
Visité España, Francia, Portugal, Tetuán en África del Norte que era un protectorado español y Venezuela.
¿Cuál fue el accidente más grave que tuvo en una plaza?
Yo tuve muchos accidentes mientras toreé, pero el más grave fue el 15 de agosto de 1954, en Soustons, al sur de Francia. Ese día recibí una corneada en la ingle que me tuvo mes y medio en una clínica. Era un toro de Salamanca de una ganadería de apellido Moreno. Alternaba esa tarde con Paco Corpas y Manolo Sevilla, ambos españoles. A los ocho días querían que volviera a torear sustituyendo a un torero mejicano llamado Miguel Ángel, me ofrecieron 300 mil francos de esa época, pero no pude, pues la corneada fue bastante grave.
¿Qué vino en su vida después del toreo?
Después de dejar el toreo me dediqué a la hotelería. Acá en Cúcuta tuve un hotel llamado Lord, en la avenida séptima entre calles diez y once. Lo inauguré en 1972 y lo vendí en 1983. Después de venderlo me fui a vivir a Santa Marta donde monté una cafetería con restaurante frente al mar. A mí me gusta el mar, me enamoré de él en Mallorca cuando visitaba el Mediterráneo.
¿Qué es el toreo para usted?
El toreo para mí es vida.
El mejor o los mejores toreros de todos los tiempos.
Domingo Ortega (Domingo López Ortega) y Juan Belmonte.
La mejor ganadería.
Santa Coloma, de España.
Los mejores toreros de los últimos años.
César Rincón y actualmente me gusta mucho Sebastián Castella de Francia.
La mejor plaza.
Las Ventas de Madrid.
¿Qué le dice a los que hablan mal de la tauromaquia?
A los que hablan mal del toreo les digo que nadie está obligado a ir a una corrida. Si no les gusta lo que allí adentro pasa, pues simplemente no vayan.
Toma de alternartiva
En la página web del Círculo Cultural Taurino “Toros Para Todos”, de Cazorla, en la Provincia de Jaén, España (http://torosparatodos-cazorla.blogspot.com), se puede leer que:
En 1959 tuvo lugar en Cazorla la única alternativa concedida en esta plaza. Se trata del espada colombiano Antonio Lizarazo, del cual os dejamos los siguientes datos:
Nombre: Antonio Lizarazo Rondón
Nombre Artístico: ‘El Ciclón Colombiano’
Lugar de nacimiento: Bochalema, Norte de Santander, Colombia
Fecha de nacimiento: 28 de enero de 1930
Alternativa: 18 de septiembre de 1959
Plaza: Cazorla (Provincia de Jaén), España
Padrino: Vicente Bravo ‘El Tino’
Testigo: Abelardo Vergara
Ganadería: Flores Albarrán, de Andújar, Provincia de Jaén.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Jorge Iván Flórez Cárdenas comandante de la policía metropolitana de Cúcuta
Antes de llegar a Cúcuta, el 10 de junio de 2007, venía de desempeñarse cinco años como jefe nacional de la unidad contra el terrorismo de la policía nacional. Y advierte que el 80 por ciento de su carrera lo ha pasado en la policía judicial y haciendo inteligencia.
Al coronel Jorge Iván Flórez Cárdenas se le siente el marcado acento de su patria chica: Caldas. Recuerda que entró a la escuela de cadetes a principios del 2003, pero ha podido hacer otras especializaciones, no tan inherentes a su profesión, como administración de empresas en la Universidad Cooperativa de Colombia; un año de ciencias políticas en Toulouse, Francia, y un año de inglés en Estados Unidos. Pero también ha recibido instrucciones que sí tienen que ver con su uniforme: posgrado de seguridad en Nueva York y adiestramientos especiales contra el terrorismo en la guardia civil española.
Es un enamorado de las estadísticas. En sus carpetas carga comparaciones de lo mínimo que uno pueda imaginar. Como por ejemplo: que el sábado es el día que más se cometen homicidios en Cúcuta y su área metropolitana y que las horas predilectas para hacerlo oscilan entre las 6:00 de la tarde y las 12:00 de la noche. O que el 85% de los muertos son oriundos de Norte de Santander, el 6%, de Santander; el 3%, de Venezuela; el 2%, de Cundinamarca; de Antiquia, Cesar, Tolima y Córdoba otro 1%. O también que el año pasado hubo más mujeres asesinadas que hombres.
A veces se siente frustrado por la aplicación del nuevo sistema penal acusatorio, pero busca justificar cada acción para poder continuar. Le ocurrió un caso concreto hace cuatro meses: unos sicarios dispararon a cuatro personas, muy cerca del CAI del parque Nacional. Dos policías reaccionaron y persiguieron a dos de los que querían ejercer la ley por su propia cuenta. “Uno huyó hacia Alejandría y la gente se interponía. Sin embargo, el policía lo agarró, forcejeó y nadie lo ayudó. Casi lo desarma. Quedó golpeado y la gente siguió obstruyendo. Bajó a un sótano y lo encontró cambiándose la camisa en una bodega. Lo agarró y lo llevó ante el fiscal y de ahí pasó al juez, quien consideró que la sola versión del policía no era prueba suficiente. Al otro día quedó libre. Me imagino haciendo de las suyas”.
Usted asumió como comandante de policía de Norte de Santander y el 10 de diciembre del 2008 pasó a ser comandante de la policía metropolitana de Cúcuta. ¿Para qué ha servido el nuevo rótulo?
Para más efectividad en el control del delito. Ha sido un punto de quiebre en lo que tiene que ver con la inseguridad. No se hubiesen podido traer 700 policías, 200 vehículos, 150 motos y la cifra de los diferentes delitos se habría multiplicado.
¿Cuánto se le ha inyectado en dinero?
Se le han invertido unos $23 mil millones, pero aquí el sector privado como la cámara de comercio no ha aportado tanto como en otras ciudades.
¿Y necesitan más para combatir la delincuencia?
Diariamente los delincuentes nos ofrecen más reto. Los que actúan hoy no son los mismos de antes. Ellos también evolucionan. Y nosotros no nos podemos quedar atrás.
¿Su gran preocupación?
El fenómeno de las bandas criminales.
¿De dónde han emigrado?
De varias partes, como Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Córdoba y Sucre.
¿Pero ese fenómeno de dónde es heredado?
De la atomización de la banda criminal de la oficina de Envigado.
¿Por qué llegó a Cúcuta?
Por su ubicación geográfica estratégica en el tema del narcotráfico, de los insumos, del Catatumbo con su drogas, laboratorios. Son bandas criminales, pero su fin primordial es el narcotráfico.
¿Y estamos invadidos?
Las bandas tratan de apoderarse de las ciudades por medio del microtráfico, que tiene que ver con el consumo puntual de dosis callejera. Es la manera de manejar un imperio.
¿Los carteles del Valle han tenido influencia también en esta zona?
En un principio la génesis podría ser el fenómeno del paramilitarismo. Pero en un principio el paramilitarismo no dominaba por regiones sino que dependían de los bloques. Esa desmovilización del 2004 significó después que aparecieran, por ejemplo, las Águilas Negras que después se extendió. Aquí estuvieron influenciadas por el Valle del Cauca, más exactamente por la organización Varela. En estos momentos vemos la hegemonía de Los Rastrojos.
¿Cómo lo han determinado?
Porque cuando hemos dados golpes contundentes encontramos gente desmovilizada del bloque de Urabá y Calima. Los Rastrojos serían herederos de Varela y los que han venido disputando el control del microtráfico y narcotráfico serían de la banda Los Paisas o Urabá.
¿Y qué pasó con la guerrilla?
El Ejército de Liberación Nacional ha tratado de entrar también, pero no podemos permitir ni lo uno ni lo otro.
¿Es difícil de combatir ese fenómeno?
Difícilmente nos vamos a ausentar de ese fenómeno. Es un mapa muy complejo donde hay varios actores y varios bandos: unos amigos se han unido a enemigos y viceversa en distintos sectores del país.
Ustedes han criticado mucho el sistema penal acusatorio. ¿Por qué?
Es muy bueno el sistema, pero muy difícil su aplicación. Por ejemplo, a un sicario pueden agarrarlo con el arma, pero no en flagrancia, entonces no puede ir a la cárcel.
¿A otras ciudades les va mejor?
Cali también se preocupa porque tiene trece fiscales conociendo asuntos de homicidios y nosotros, en Cúcuta, solo dos fiscales conocen los casos de homicidios. Uno, trabaja con el nuevo sistema penal acusatorio y el otro evacuando los casos que vienen de la ley anterior, la 600. Estamos débiles en ese sentido.
¿Y el homicidio ha bajado o se ha incrementado en Cúcuta?
Parece ser algo contradictorio. En las grandes ciudades ha bajado el homicidio en un 35%. Cúcuta es la ciudad que de lejos ha tenido resultados más optimistas. Si sólo vemos el tema del homicidio que es el que evidencia si la política de seguridad democrática funciona o no.
El homicidio en Cúcuta decreció en un 15% el año pasado. Se cometieron 63 homicidios de civiles. Aquí no se contabilizan militares ni delincuentes dados de baja.
¿A veces las cifras son contradictorias?
Sí, pero es la ciudad que menos diferencia tiene en los consolidados.
¿Esa brecha a qué se debe?
Muchas veces porque consideramos que los muertos no fueron en Cúcuta, sino traídos de otras partes. Lo que quiero significar es que la cifra es halagüeña porque es un desbalance muy corto, con respecto a otras ciudades.
¿Qué medidas se han tomado para frenar el fenómeno de las bandas criminales?
No tenemos que esperar que ocurra lo de Medellín para tomar medidas. En Medellín hay una unión excelente entre la Fiscalía y la Policía, pero como consecuencia del fenómeno que sucedió. Hay cosas que hay que copiar. Desde el nivel central se fortalecieron algunas estructuras para combatir ese fenómeno de las bandas criminales.
¿Y aquí a qué se ha traducido?
Estamos aplicando a las patrullas un novedoso sistema. Solicité que fuésemos piloto, donde se hicieran las pruebas. Son 160 equipos portátiles para hacerle seguimiento minuto a minuto, hora a hora, día a día y mes a mes, a las patrullas en lo que son sus funciones georeferenciales.
¿Cuándo entrarían en funcionamiento?
La idea es que va a estar controlado por un comando operativo. Actualmente cuando ocurre un hecho delincuencial, lo que una sala de radio hace es: las patrullas que están cerca acuden atender ese asunto. En este caso el jefe de operaciones sabe dónde están exactamente las patrullas y podrá hacer unos cierres ordenados a una eventualidad.
Por la falta de tecnología, en estos momentos, estamos como los niños jugando fútbol: todos detrás del balón. Queremos evolucionar donde cada quien cumpla un rol y cubra el campo de manera estratégica. Y actuar en equipo.
¿La vigilancia comunitaria también será novedad?
La policía comunitaria funciona desde hace 14 año con un porcentaje mínimo. Ahora será por cuadras. Se visitaron ejemplos de Chile y París para poner en práctica el primero de junio.
¿Usted también abanderó el grupo de operaciones especiales?
El Goes lo creamos y las demás ciudades lo replicaron. Se retroalimentó con 50 motos que valían $20 millones cada una y carabina de asalto israelí, para enfrentar a los delincuentes que se “parchaban” en sitios estratégicos. El alcalde de ese entonces Ramiro Suárez y el gobernador Luis Miguel Morelli contribuyeron económicamente.
¿Es cierto que fue demandado por la comunidad gay por frenar los atropellos que venían cometiendo con los transeúntes, tal como se vio en un video?
Quiero aclarar que no tenemos nada en contra de la comunidad gay, pero si recriminamos ciertas acciones y contravenciones de un grupo en el centro de la ciudad. El ser travesti no los exime de unas obligaciones con la sociedad. Un sector muy reducido viene dedicándose al atraco, lesiones personales y a mostrar sus partes íntimas y a usar las calles como baño. Incluso allí hay menores de edad. He recibido una cantidad de demandas porque creen que los estamos lesionando. Eso es un error.
Cifras
A principio de año logramos consolidar cifras y vemos que el año pasado decreció en la metropolitana de Cúcuta la tasa de homicidios de civiles en un 15%.
Sólo hubo tres casos de secuestro.
No hubo acciones terroristas, que están ligadas a la subversión.
Advirtió: “ojo la amenaza terrorista en Cúcuta no se ha terminado. Estamos situados geográficamente en un punto donde la subversión delinquió durante varios años y donde tenemos unas facilidades que genera la zona selvática del Catatumbo.
Las lesiones comunes no tuvieron reducción.
En el 2008 hubo 276 y el año pasado 275.
El hurto común a personas, a residencias y comerciales disminuyó en un 43%. De 237 casos pasaron a 209 el año pasado.
El año pasado hubo 86 vehículos menos hurtados. Se redujo en un 36%. Se recuperaron 269 vehículos el año pasado.
En cambio robaron más motocicletas el año pasado que en el 2008, 178. Se recuperaron 185.
En el 2008 se capturaron a 1874 personas y 3745 el año pasado.
El año pasado se capturaron 60 subversivos, 11 más que el 2008.
El año pasado capturaron 108 bandas criminales, 32 más que en el 2008.
Se incautaron 672 armas ilegales en el 2009, casi que la misma cantidad del 2008. De esas 420 han quedado dentro del proceso por el porte ilegal.
Con permiso fueron decomisadas 2291 armas.
Este año van cometidos 55 homicidios y “eso es muy preocupante”.
sábado, 20 de febrero de 2010
Carlos Gamboa: “Desarrollo es tener buena calidad de vida y empleo”
Criado entre los barrios Blanco y Caobos, Carlos Gilberto Gamboa Sus estudió la primaria en el colegio Calasanz y el bachillerato en el Seminario Menor.
Tanto era su interés por el deporte, que aprovechaba el recreo para trotar. Luego, se formó en el tenis y dedicó 25 años a jugar boliche, disciplina con la que representó a Colombia en escenarios internacionales y obtuvo importantes logros.
Al momento de escoger una carrera universitaria, Carlos Gamboa decidió continuar la tradición comercial de los padres, Gilberto y Clara Cecilia, e ingresó a la Universidad Santo Tomás de Aquino, en Bogotá, donde obtuvo el título de Economista y Administrador de Empresas.
Cuando este padre de tres hijos culminó los estudios superiores, tenía claro que debía regresar a su ciudad natal para desarrollarse como profesional y ofrecerle los conocimientos adquiridos. De esta manera entró a trabajar en la Cámara de Comercio de Cúcuta, donde laboró como director de promoción y desarrollo, por un año y medio.
Con el propósito de aprender inglés, renunció a este cargo y se trasladó a Estados Unidos. Allá residió durante dos años en Boston, Illinois y Texas.
Tras obtener una beca, viajó a Osaka (Japón) donde cursó estudios en desarrollo industrial, durante seis meses. Luego, hizo una especialización en Alta Gerencia, en la Universidad Externado de Colombia, en Bogotá.
Además, Carlos Gamboa trabajó en la Banca, fue asesor del Sena y por siete años gerenció la Corporación Financiera de Desarrollo. También estuvo en una empresa de subsidio en Cúcuta, como jefe de planeación. Después, fue pequeño empresario y se dedicó como consultor y asesor del Departamento.
Este hombre se levanta cada día a las cinco de la mañana, para trotar y mantener una vida saludable que se ve reflejada en su trabajo.
Ha sido una persona vinculada a los procesos Camerales. Por tal motivo, retornó a la Cámara de Comercio de Cúcuta, donde actualmente se desempeña como coordinador de la Unidad Gestora de Proyectos del Departamento de Promoción y Desarrollo.
¿Cómo fue la experiencia de vivir en Japón?
Este es un país muy desarrollado, donde uno encuentra de todo. Fue una gran experiencia pues es uno de los mejores del mundo en economía. Allá, conocí la cultura y cómo pensaban los chinos en materia de recursos humanos, tecnología, disciplina y organización. Aunque es una cultura cerrada, son gente de gran sensibilidad que tratan de compartir su riqueza con países emergentes como Colombia.
¿Recuerda alguna anécdota en ese país?
Recuerdos que nunca se borran, como el estar donde cayó la bomba de Hiroshima, en el Domo, en la plaza de la Paz. Eso para mí fue un gran impacto. También estuve en el museo de la Segunda Guerra Mundial. Esos fueron los momentos más importantes que viví allá, sentir que en ese punto del planeta hubo un acontecimiento mundial. Los chinos son conscientes de que la guerra fue un factor de crecimiento importante.
¿Cómo llegó a practicar boliche?
Empecé a practicar en el Club Tenis y conseguí resultados regionales importantes. Todo se dio por una anécdota, en 1974 se acercaba un Campeonato Nacional Juvenil en Bogotá, al cual pasaba un solo representante del departamento. Disputé la eliminatoria y perdí, pero debido a que quien ocupó el primer lugar no pudo asistir, me mandaron a Bogotá y quedé en segundo puesto. Eso despertó un fervor por este deporte, ya que era una figura nacional. Fueron unos 25 años jugando bolos.
¿Qué otros logros alcanzó en esta disciplina deportiva?
En 1975 fui Campeón Nacional, representando a Norte de Santander. Luego representé a Colombia en Estados Unidos, en el torneo de las Américas. En 1976, se repitió esta victoria y pasé a la categoría de mayores. Así empecé a hacer el recorrido nacional e internacional. Aunque en 1978 no clasifiqué al Mundial, asistí al Sudamericano de Lima, Perú, donde ocupé el quinto lugar. Después fueron 10 años de competencia con triunfos intermedios, hasta que en 1988 jugué el selectivo nacional para ir a los Juegos Olímpicos y pasé. Participé por Colombia en las eliminatorias americanas y a pesar de no clasificar, fue una experiencia positiva. En 1989, representé a Colombia en los Juegos Bolivarianos en Venezuela, donde obtuve medalla de bronce. Debido a que el trabajo me impedía un entrenamiento estricto, bajé la tensión y me retiré.
¿Cuál es la situación económica actual de Cúcuta?
En este momento, veo que la ciudad replantea su formato y busca otras salidas. Hay grandes expectativas respecto a políticas nacionales. También veo una ciudad golpeada, pero con gente madura con la que podemos mejorar el desarrollo y proceso económico. El 2010 va a ser un año lento pero de progreso más sostenido. En los últimos diez años, Cúcuta ha tenido periodos importantes de crecimiento en las exportaciones. En materia de empleo, estamos unos puntos por encima de la media nacional, pero tenemos debilidades, somos una ciudad de mucha informalidad. Las instituciones tienen que ser más conscientes de que tenemos que mejorar procesos, para que nos vean ante el entorno nacional como una ciudad de progreso.
A la hora de hacer análisis económicos, ¿se tienen en cuenta fenómenos como el narcotráfico, la piratería, entre otras prácticas ilegales?
No, porque es difícil saber cuánta plata llega por otros sectores que obviamente afectan a la economía, tanto positiva como negativamente, eso es una verdad que no hay que taparla. Sin embargo, no estimamos ni tratamos de meternos en eso porque no nos compete, porque uno analiza la economía con las variables formales. De resto, analizamos otros factores como la inflación, el desempleo, el tránsito fronterizo, la capacidad hotelera y los recaudos de las ventas.
¿Cuál sería el modelo económico ideal que propondría para esta región?
Quiero una ciudad con buenos servicios, con empresas multinacionales, donde haya mucho sentido de pertenencia y que la gente sea cívica. Una ciudad consciente de que la informalidad nos trae atraso. Ese es el modelo que podemos lograr poco a poco.
¿Cuál es la importancia de la Cámara de Comercio?
Esta es una entidad de mucho valor para la ciudad. A veces, la gente no es consciente del esfuerzo que hace la Cámara de Comercio para entregar programas importantes. Es una empresa estratégicamente clave para el desarrollo de la ciudad, pues allí se concentra una visión integral de la localidad. La Cámara de Comercio aglutina todos los sectores de la actividad económica, no es una autoridad pero sí una empresa que aconseja hacia dónde se dirige la ciudad en materia económica. Generamos espacios de confianza para que el empresario diseñe proyectos.
Para usted, ¿qué es desarrollo?
Desarrollo es tener buena calidad de vida y empleo. Es involucrarse en procesos de la ciudad, compartir con todo el entorno y aportar ideas. Como servidor público y privado, ser buen amigo de Cúcuta. Eso es desarrollo desde el punto de vista natural no científico, es integración.
¿Es clave mantener buenas relaciones fronterizas?
Estratégicamente, nuestra frontera natural es Venezuela. Pero hay que insistir en las salidas al mar, ahí tenemos una desventaja. Tenemos que ser abiertos y crear fronteras mentales mundiales. También nos falta desarrollar zonas verdes y complejos logísticos para que la gente venga e invierta.
¿Lidera excursiones a China?
Uno de los objetivos de la Cámara de Comercio es brindar oportunidades de negocios a los empresarios y gente en general, entonces organizamos misiones comerciales a la China y a otros países. Es importante conocer cómo piensan los chinos, qué hacen, y bajo esa expectativa marcar tendencias hacia dónde vamos. Este año en abril, es la tercera misión a Expo Shanghái y simultáneamente vamos a la Feria de Cantón.
¿Qué metas profesionales tiene?
Seguir investigando en materia económica, como es el consumo de la ciudad. Tratar de que Cúcuta genere su propio mercado y demanda, analizar todos los procesos que se dan para poder aportar un granito de arena al desarrollo que queremos. También llevar a cabo actividades grandes, como ruedas de negocios, pues es importante que la ciudad progrese para que sus habitantes se sientan bien.
lunes, 15 de febrero de 2010
Jaime Machicado: “Mientras haya vida siempre habrá un sueño”
Decía el doctor Julio Coronel que su maestro en México, el doctor Ignacio Chávez, les inculcó que para ser un buen médico era necesario ser un hombre culto. Creo que en Jaime Machicado estas dos premisas se cumplen: es buen médico, es culto, es inconforme y vive en permanente búsqueda y evolución. Enamorado de la música desde pequeño, de la ópera, el teatro, amante de la lectura, aprendiz de cocinero y ahora estudiante de piano. Su profesión de médico ha estado siempre en un proceso continuo de cambio. Es así que no se sintió cómodo de estar en permanente contacto con el dolor y la muerte, con su primera especialización, la oncología, dio un viraje total, para ser partícipe en el proceso de creación de la vida, dedicándose a la parte reproductiva. Dejemos que sea Jaime quien nos muestre sus distintas facetas…
Quién es Jaime Machicado?
Jaime Machicado es un ser humano por encima de todo, que viniendo de Bolivia sembró raíces en esta Cúcuta querida, gracias al tesón y valentía de mis padres, Javier y Martha, quienes en esta tierra fueron generosamente acogidos con sus seis hijos.
Qué lo hizo estudiar medicina?
Mi papá era veterinario y de chico yo lo acompañaba en su ejercicio profesional, observando los diagnósticos que hacía a los animales enfermos y de alguna manera, existía una vinculación con las ciencias biológicas. Pero lo que más influyó en mí, fue un tío, Santiago Medeiros, casado con una hermana de mi mamá, eminente médico boliviano y a quien quise imitar en el ejercicio de la profesión. Siempre mantuvimos permanente contacto y esto me dio luces sobre mi inclinación hacia la medicina. Nunca dudé en ser médico, fue algo muy fácil, se fue dando y a Dios gracias pude culminar esta profesión que tantas satisfacciones me ha dado.
Usted se especializó en oncología. Pienso que es muy duro decirle a una persona que tiene cáncer. ¿Qué siente cuando lo hace?
El ejercicio del oncólogo no es un ejercicio fácil. Indudablemente, estar acompañando al bien morir no es una labor amable. No sé sí consciente o inconscientemente con el paso de los años tomé una vía antagónica, que es el principio de la vida, o sea, la parte reproductiva.
Cómo fue ese viraje?
La infertilidad era algo que me apasionaba cuando me estaba formando en la universidad. En ese momento era un ejercicio supremamente rudimentario, pero me seguí interesando y comencé a especializarme. Coincidiendo con mis estudios nace el primer bebé probeta en el mundo y unos años más tarde el doctor Lucena crea el primer bebé probeta en Colombia. Le diría que soy una persona muy afortunada con esta especialización.
Cómo han sido esos avances?
En estos 25 o 30 años el avance en el área reproductiva ha sido infinitamente grande y tremendamente dinámica. Es algo verdaderamente apasionante ver como en el desarrollo de la vida hay tantas cosas que se han ido aprendiendo y poniendo al servicio de la humanidad en una forma práctica, efectiva y que cumple definitivamente con el anhelo más grande de todo ser humano, que es el de reproducirse.
Cómo se inició en ese proyecto?
Los primeros pasos los inicié a través del manejo de las inseminaciones que es una escala intermedia en las técnicas reproductivas. Después empecé a crear mi banco de semen y cuando vi que la inseminación no era una alternativa adecuada para problemas más complejos de infertilidad, empecé a soñar. Fue un sueño de casi 10 años para capacitarme, para poder implementar los recursos económicos y tener un padrino que me guiara en el campo de la reproducción, como lo fue el doctor Elkin Lucena, a quien le tengo profundo respeto, cariño y un hondo agradecimiento y quien con su grupo a través de la Sociedad Nortesantandereana de Ginecología y Obstetricia, nos aportó a todos los médicos de la ciudad grandes conocimientos en muchos talleres que llevamos a cabo, en técnicas no solo reproductivas, sino en cirugía laparoscópica.
Usted tiene su propia clínica. Háblenos de ella…
Sí, efectivamente creamos una clínica reproductiva, la clínica Machicado, que cuenta con todos los recursos para tratamientos de avanzada que se utilizan en el mundo, para la solución de los problemas de infertilidad. Estoy hablando de bebés probeta; de inseminación de espermatozoides directamente dentro de los óvulos ICSI (Inseminación Espermática Intra Citoplasmática); de diagnóstico genético pre-implantación (PGD), o sea, diagnosticar si un feto está enfermo o no antes de implantarlo dentro de la matriz. De diagnóstico genético prenatal, para saber si el niño está enfermo estando la mujer embarazada, procedimiento que se hace al tercer mes. A Dios gracias hemos podido seguir adelante con las nuevas tecnologías y a medida que van surgiendo las vamos asumiendo, con la gran ayuda de mi hija Adriana, quien maneja el laboratorio como embrióloga.
Cómo funcionan los bancos de semen?
Funcionan con un protocolo estricto de seguridad. Los que van a dar semen u óvulos son personas a quienes les hacemos tamizaje sobre su nivel intelectual. Se descartan enfermedades mentales, personales y familiares; se les hace cariotipo, que es el estudio de todos sus genes para estar seguros que a través de todos esos gametos (óvulos y espermatozoides), no se transmita ninguna enfermedad. Se descartan enfermedades infectocontagiosas, como sífilis, sida, hepatitis etc. y cuando se cumplen todos los requisitos, se utilizan para el receptor buscando que sea físicamente lo más semejante al dador, para que haya un equilibrio y el hijo sea un retrato lo más parecido a sus padres. Gracias a las nuevas técnicas como la del ICSI se crea un embrión por micro manipulación con un microscopio potente, que permite que lo que antes era imposible, inclusive por medio de inseminación, ahora pueda ser posible. También hay casos en que no se puede obtener ningún espermatozoide del padre por ninguna de las formas técnicas que contamos y entonces tenemos que recurrir a los bancos de semen.
Es dificil para la pareja aceptar un semen o un óvulo extraño?
Es algo complejo que requiere una gran evaluación médica y psicológica y una decisión que las parejas deben madurar muy bien antes de optar por este recurso. Pero es efectivo y una gran solución. Al principio se ve reticencia para aceptar que vayan a tener un hijo con una carga biológica de otra persona. Una vez embarazada y a medida que el embarazo va evolucionando, eso se olvida. Son hijos tan queridos y tan amados como si fueran de sus propias células. Ese es el milagro de la vida, de la maternidad y de la paternidad, que fluye espontáneamente. Es algo muy lindo.
Las mamás le demuestran agradecimiento nombrándolo padrino?
Indudablemente los ahijados son muchos y es otro motivo de vinculación afectiva que se concreta con el padrinazgo y permanece a través de los años, lo cual es muy satisfactorio.
Por qué no se quedó en Bogotá?
Cuando terminé mi especialidad existía el proyecto de quedarme de instructor en el Hospital San José y en el Instituto Nacional de Cancerología, pero por alguna razón vislumbré lo que es vivir la parte laboral en Bogotá: los trancones, los agites, e influyó poderosamente el vínculo familiar y resolvimos venirnos. Sin duda fue un acierto, pues encontré una mejor calidad de vida y a pesar de no estar en el centro de la ciencia como puede ser Bogotá, he podido realizar en el campo científico todo lo que me he propuesto y he podido hacer un ejercicio profesional integral, aportando a la comunidad, quien es al fin y al cabo a quien nos debemos en primera instancia.
Quién influyó en su formación?
Mis padres: papá enseñó a través de su ejemplo. Era una persona callada pero tremendamente cariñosa, muy comprometido con el bienestar de sus hijos. Mamá, educada dentro de una escuela alemana, nos dio una enseñanza más rígida pero con mucho amor, con mucho cariño. Entre los dos hicieron de sus seis hijos personas responsables que han sabido prestar servicios a la comunidad donde hemos tenido que vivir.
Su padre murió joven. ¿Quién de los dos hermanos tomó las riendas de la casa?
Ninguno de los dos. Cuando murió papá yo ya me había casado, tenía una hija y estaba en la universidad haciendo mi especialización. Mi hermano Javier también estaba casado, tenía un hijo y ambos vivíamos en Bogotá. La casa la siguió manejando mi mamá, quien con una gran dedicación, esfuerzo y valor terminó de educar a sus hijos.
Es curioso que dos hermanos se casen con dos hermanas.¿Cómo fue eso?
Javier se casó primero con María Leonor, pero yo empecé primero los amores con María Cecilia, que duraron siete años, buena parte de ellos a escondidas. Cuando Javier se casó, yo terminé mi carrera y me gradué por la noche de un 17 de diciembre, al otro día, a las 9 de la mañana, me estaba casando. Fuimos dos Machicados con dos Villamizar por cosas del destino, tan es así que a mi suegro le decían que quedó Remachicado.
Qué piensa de su suegro Hernando Villamizar?
Hernando Villamizar es un ejemplo de vida para todos los que hemos tenido la fortuna de relacionarnos con él. Es una persona muy sabia y de una gran capacidad de chuparle a la vida todos y cada uno de los instantes que ella le ha ofrecido. De él he aprendido sus experiencias que han sido buenísimas, las felices y las dolorosas. Es una persona que a través de los años ha crecido mucho, así como también ha vivido mucho.
Qué es lo qué más le apasiona después de la medicina?
La música, en especial la clásica. Mi papá fue el que me empezó a motivar cuando en 1961, un año después de habernos radicado en esta ciudad, nos sorprendió con un tocadiscos con un mueble grandísimo de esa época y unos discos de música clásica y brillante. Esa música me impactó. Me acuerdo mucho de los valses de Strauss y del Concierto de Varsovia. Con el paso de los años tuve la oportunidad de vivir la época de oro de la ópera en Bogotá, que fue más o menos entre el 75 al 81. Salía corriendo de la universidad a escuchar los conciertos, obviamente en gallinero, porque no había dinero para más. Con el tiempo vine a cristalizar un grupo, mis amigos de la música, con quienes me reúno todos los jueves. Ya llevamos muchos años, algunos desafortunadamente han muerto, pero se ha ido renovando el grupo y cada vez nos hemos estructurado y aprendido más.
Fuera de la música que otro hobby tiene?
Toda la vida me ha gustado el deporte. Siempre he sido un deportista apasionado. Ahora estoy en la edad del golf y lo disfruto muchísimo. El deporte y la naturaleza han sido inherentes a mi esencia. El campo me encanta desde niño; en mi primera infancia vivíamos en las fincas donde papá trabajaba y desde ahí creo que la vinculación con el campo ha sido innata en mí.
Para usted que es la felicidad?
La felicidad para mí es lograr un nivel de aceptación para lo bueno y lo malo que Dios y el destino me han podido dar a través de la vida. Es como una especie de estar en paz con las cosas que me vengan. Para mí la esencia de la felicidad no es luchar contra las cosas sino aceptarlas, vivirlas y crecer con ellas.
Qué no le acepta aun amigo…?
Su falta de sinceridad.
Qué no le perdona…?
Su olvido.
Usted es organizado?
Metódico. Creo que sí soy organizado.
Al decirle la palabra amor, cómo la define?
Básicamente un sentimiento aceptación y entrega, de dar y lógicamente también de recibir.
Le gusta la política?
Ni poquito.
Le gusta la reelección presidencial?
Me preocupa tremendamente, aunque le reconozco y admiro por lo que ha hecho.
Cómo le parece la reelección de Evo Morales en Bolivia?
Bolivia en estos momentos es un caso interesante. Es un país donde la mayor población es indígena (65%) y dentro de la lógica, cuando la mayoría es indígena , no tiene presentación que su Presidente no lo sea. Esta población étnica que es muy fuerte, se ha ido capacitando cada vez más. Es un país en una profunda evolución que debe conciliar sus raíces indígenas con la tecnología y los cambios sociales de la época. En estos momentos el país está en manos de Evo Morales con un gran poder político, pero no muy bien acompañado.
Le gustaría volver a vivir en Bolivia?
Mis raíces ya son de Colombia.
Cuál es su peor defecto…?
La impaciencia.
Su mayor cualidad…
Suena como antipático, pero tal vez la nobleza.
Sí le digo azul, en qué piensa?
En el infinito…
Rojo…
En la fuerza, en la energía.
Blanco…
En la paz y el sosiego.
Rojo y negro…
En el doblemente glorioso Cúcuta Deportivo. (Risas).
Cuál es su lectura preferida?
El drama. Me fascina Shakespeare y la novela histórica. Pienso que a través de la novela histórica vive uno en la época de los antepasados con todos sus encantos y sus dificultades.
Y el cine?
Películas que tengan que ver con los sentimientos. “La vida es bella”, por ejemplo.
Llora en las películas?
A moco tendido.(Risas)
Ha sentido la envidia de sus colegas?
La envidia es un sentimiento humano natural y la he sentido, pero de la buena.
Sus colegas hablan muy bien de usted. ¿Qué opina?
Tengo una buena empatía y una relación muy linda con mis colegas y en la medida que van pasando los años uno se va convirtiendo en alguien que en determinado momento puede dar un buen consejo. Veo por parte de ellos un reconocimiento a una labor profesional cumplida.
Usted ha formado escuela? ¿Quienes son sus herederos profesionales?
Después de tantos años de práctica en la rama de la reproducción con el doctor Enrique Canal, hemos creado una escuela y he pensado siempre lo grato que pudiera ser perpetuarla cuando esté retirado de la profesión. Esto me ha movido a crear la Clínica Machicado en Reproducción. En este momento tengo la ilusión que mi hija Adriana, como embrióloga clínica, siga aprendiendo y manejando el laboratorio tan bien como lo ha hecho hasta ahora, y Santiago, el menor de mis hijos, que está estudiando medicina, podría seguir en este campo reproductivo, que es verdaderamente apasionante, sin que para él sea una imposición, respetando siempre su decisión.
Fuera de sus hijos usted ha formado otros jóvenes?
A mi clínica vienen a rotar periódicamente residentes de la UIS (Universidad Industrial de Santander), no como un programa establecido, pero sí ha sido un aporte en la educación médica de quienes siguen nuestros pasos.
Ha realizado todos sus sueños?
Me considero una persona muy agradecida con lo que Dios me ha dado y me ha permitido vivir. Pienso que los sueños nunca dejaran de existir y mientras haya vida siempre habrá un sueño.
Qué se me quedó dentro del tintero y no le pregunté?
Algo que en mi vida tiene mucha importancia, la familia. Mi señora María Cecilia y mis hijos son el motor que mueven todas mis inquietudes. Tengo una gran ilusión de ver los hijos realizados y debo ser tremendamente justo al agradecer a Dios que todos mis sueños se están cumpliendo. Tengo una esposa y unos hijos maravillosos, unos nietos bellísimos y eso me llena. Todo lo demás viene por añadidura.
Qué sueño no ha podido cumplir?
Tocar piano y hablar inglés.
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